Y la Copa no lo pudo resistir...

Pocas veces se puede producir un echo de tal envergadura en el mundo del deporte. Empezó la noche contenta viendo como dos aficiones rivales mantenían la compostura y se comportaban de forma amistosa a lo largo y ancho de la ciudad del Turia, también llamada Valencia.

 Dos equipos, de lo mejorcito del mundo se enfrentaban unos veinte años después en una final. El F.C. Barcelona, dueño y señor del buen juego y el dominio aplastante sobre sus rivales, y el Real Madrid, equipo duro físicamente y dominante en el aspecto defensivo, al igual que veloz en sus contras.

Partido de alto voltaje con un primer tiempo igualado, poder contra poder, digno de dos equipos te tal nivel. A la Copa se la veía preocupada mirando de derecha a izquierda del campo y sufriendo por primera vez (ya que su hermana se encuentra descansando en paz en el museo del Sevilla C.F. porque la RFEF decidió dársela en propiedad al ganar España el mundial de Sudáfrica). Llegó el final del primer tiempo y la pobre sufría incluso más que el aficionado más forofo de cualquier equipo.

Empezó la segunda parte y monologo culé, con el Madrid encerrado. Gol del Barça anulado a Pedro y a la copa casi le da un infarto, casi salta de las gradas y huye del estadio. Y se llega a la prórroga, y con ella el gol de CR7 y las butifarras de Pepe el mercenario, y autobús del Madrid durante los 18 minutos restantes (a decir verdad el autobús estuvo puesto durante casi todo el partido). Y se acabó, el Madrid con un juego amarrategui y eficaz se alzó con ella, con la sufrida Copa.

Y es aquí cuando empieza el Via Crucis de la desdichada Copa. Después de meneos y cambiar de manos una y otra vez abandona Valencia pensando que su primera final ya había terminado, que podría descansar durante un año en las vitrinas del Santiago Bernabeu, pero lo peor estaba a punto de ocurrir. Fue ya en Madrid y durante el trayecto del equipo hacia Cibeles (santuario merengue). De repente y por televisión se puede ver que la Copa cae del piso superior del autobús y finalmente es atropellada, pereciendo debajo de las ruedas del autocar merengue.

Según Sergio Ramos, testigo presencial de los hechos, la Copa saltó del autobús al ver tanto aficionado madridista. Una imprudencia, nervios, tensión, o es que alguien ayudo a la malograda Copa a caerse al vacío. Hay pruebas de que lo ocurrido es contrario a las declaraciones de Sergio Ramos. Se dice que la Copa estaba en manos del citado jugador y que esta cayó accidentalmente al vacío, en el vídeo podremos ver mejor cual es la versión correcta.


El echo no ha pasado desapercibido en plataformas como twitter, en este enlace se pueden leer algunos de esos tweets.

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